Antártida
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| Foto de beytlik |
escrito por Osamu Ishiguro
22 de noviembre de 2002
Apartado «Enigmas del mundo»
Material proporcionado por «La Tercera, prensa»
¿Qué está pasando realmente en la Antártida?
El pasado 8 de noviembre de 2002 se halló en las costas de la Patagonia, entre la zona sur de Chile y Argentina, un extraño maletín de acero bien cerrado. Unos jóvenes borrachos encontraron el extraño objeto sellado, lo cual les llevó a alertar a las autoridades creyendo que era parte del anterior caso de homicidio de una joven chilena que supuestamente ahogaron. Asustados, los jóvenes entregaron el maletín a la policía estatal.
Se dice, según ciertas fuentes, que la policía acudió de inmediato al llamado, retirando el preciado objeto y silenciando a los jóvenes bajo una severa advertencia por razones desconocidas hasta la fecha. Sin embargo, según algunos rumores, se dice que el maletín contenía pruebas de unas misteriosas cintas de VHS y diarios de una extraña investigación hecha en la Antártida de parte de la que era la Unión Soviética en ese momento, debido a su antigüedad.
Lo más extraño es que, con el pasar de los días y la presión de público por medio de ciertas manifestaciones contra el gobierno argentino, el gobierno chileno acordó con el argentino filtrar algunas de las notas de los extraños diarios que estaban en malas condiciones dentro del maletín metálico. Algunas de esas notas son las que recopilamos a continuación de parte de un corresponsal que nos la hizo llegar.
Martes 18 julio de 1983.
He de decir que hemos avanzado bastante en la investigación, pero aún me sigue preocupando que Reiovna no logre trabajar bien con los especímenes de las criaturas que hallamos en esa cueva.
Rei... ¿Por qué tienes tanta humanidad? ¡Esas cosas no son humanas! Solo cumple con tu trabajo. Después de todo, estamos aquí para servir al Señor.
(…)
(En el material se observa adjunto la fotografía de una extraña criatura humanoide con forma de una adolescente de 14 años, de piel entre turquesa y grisácea; sin ningún rastro de pelo, solo escamas en su lugar. Además, tiene sus pies y manos formas palmeadas y notables uñas largas, blanquecinas. Posee también orejas que al final tildan en pequeñas aletas. Se le notan en el cuello marcas de pequeñas branquias.
En añadidura, puede apreciarse en la foto que la criatura tenía una antena con un bulbo al final, muy parecido al de los peces abismales. Mantenía los ojos plenamente abiertos, de un tono ámbar, aunque llorosos, de forma que mostraban un claro sentimiento de dolor y odio, ya intrínsecos en el espécimen al estar en una cama, según se muestra en la fotografía, conectada a un motón de tubos y agujas. Una de las características que más resalta son sus dientecitos afilados, reflejados en una mueca de dolor que hacía con su boca fruncida).
Las otras notas aparecían más tachadas y poco entendibles, pero de lo poco que podemos extraer, aunque no en un orden claro, deja mucho que pensar al lector y a nosotros también.
1
(…) Reiovna, pero ¿qué demonios piensas? ¡No hables con esa cosa! ¡Intentó matarme! Solo es un animal, nada más…Un extraño animal que nos condenaron a investigar en este infierno frío peor que cuando investigamos aquella capilla en Siberia. Oh, babuska, deja tu humanidad…
2
17 de mayo de 1984.
Resulta que Neva, como nombró Reiovna a nuestra «niña prodigio», así le dice Rei, al parecer es consiente. Todo este tiempo… ¿Esa cosa sabía hablar? ¿Cómo le diremos a nuestro sargento eso? ¿Has pensado en eso, Reiovna? No, claro que no… Que el Señor nos cuide todo.
Los demás fragmentos por desgracia no tenían tanto sentido, pero lo que sí se deja ver son varias fotografías que por razones legales no mostraremos. En estas se podían observar cadáveres, una criatura extraña desenfocada que se cree es la supuesta «Neva» con algo rojizo de fondo. Y, luego, otras fotos más enfocaban en donde se muestran los restos de las páginas de una Biblia en ruso, con manchas de un líquido negro y otras con huellas humanoides rojizas.
Esperemos solo haya sido una broma de mal gusto.
Por infortunio, los gobiernos no quisieron revelar el contenido de las cintas VHS que de momento seguirán siendo un rotundo misterio.
Hasta entonces se pide discreción. Tómelo bajo su propio riesgo como verdad o incierto, eso queda a su criterio.
Lo único que nos queda claro es que los gobiernos de Chile y Argentina ocultan algo, pues no quieren decir la verdad de qué ocurrió entre 1983 y 1984 en la Antártida. ¿Qué es lo que ocultan realmente?
La verdad los hará libres.
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